Hola a todos. Me pidieron que escribiera sobre la Navidad Peruana, sobre cómo celebramos esta fiesta en el Perú, sobre nuestras costumbres, tradiciones. Creo que para hablar sobre celebraciones navideñas peruanas en general, podría hablarles de cómo celebramos la Navidad en la capital, en mi familia.
Nuestra Navidad es muy tradicional. Son aromas que salen de la cocina. El olor del pavo al vino blanco, receta de mi madre que solo hace en estas fechas. Una deliciosa compota de cebollitas cóctel, puré de manzanas con canela y clavo de olor y el clásico arroz con aceitunas, coco y pasas. Mi padre sirviendo la champaña helada, y nuestro disco navideño de cada año: Navidad con Ray Conniff.
Un mes antes comenzamos con las decoraciones navideñas. Armamos un árbol enorme, lleno de muchos adornos, esferas y luces de colores. Mi mamá arma el nacimiento con sus figuritas andinas hechas de cerámica. También colocamos un trineo de luces con su Papá Noel lleno de regalos de colores. Ya una semana antes de la celebración, vamos en busca de fuegos artificiales, tronadores, luces de bengala, chispitas, tortas enormes para que sea una celebración memorable. Otro detalle especial es el desayuno navideño que es básicamente un humeante y espeso chocolate caliente junto a una buena tajada de panetón.
Recuerdo cuando éramos niños mis hermanos y yo, nuestro papá era nuestro Papá Noel. El y mi mamá nos mandaban a acostar temprano y nos decían que teníamos que dormirnos temprano para que Papá Noel pudiera llegar. Nosotros muy obedientes lo hacíamos y ellos apagaban todas las luces de la casa. Entonces colocaban nuestros regalos al pie de nuestras camas con el mayor sigilo posible y se iban a dormir. Al día siguiente al despertar, corríamos a buscar nuestros regalos. Recuerdo la sensación mágica que sentía al ver que habían regalos al pie de mi cama ya que para mí era una prueba de que realmente existía Papá Noel.
Con los años nuestra Navidad ha sido similar. Algunas veces recibimos la visita de mis abuelos, tíos, primos, o algunos amigos de nuestros padres. Pero siempre éramos un grupo grande de gente, llenos de amor y agradecimiento por tener este momento tan bello juntos.
Ya de adultos, con la llegada de mis sobrinos la Navidad regresó a su magia original, ya que los niños nos llenan de alegría.
Es costumbre que la noche del 24 de diciembre, antes de la cena asistir a la Misa del Gallo. Recuerdo que durante el tiempo que vivimos en Piura, íbamos a la misa de mi ex colegio San Ignacio de Loyola. Luego regresamos a la casa a disfrutar de la cena. Era siempre un buen momento para estrenar ropa nueva, tomar champaña y brindar a las 12 de la noche. Mi hermano pequeño colocaba al niño Jesús en el pesebre, nos saludamos con besos y abrazos y después abríamos los regalos. También era un buen momento para lanzar cohetes, luces de bengala y demàs fuegos de artificio.
Siempre escuché las historias que contaban mis abuelos y mis tíos abuelos sobre cómo celebraban ellos la Navidad cuando eran niños. Eran historias muy interesantes y divertidas ya que la mayoría eran de diferentes provincias y tenían diferentes formas de celebrar la Navidad. Por ejemplo, mi tío Lolo, hermano de mi abuelo vivió muchos años en Ica y allá celebran la navidad negra con bailes, festejos, y los más pequeños realizan un zapateo muy original al ritmo de instrumentos musicales como el cajón y la quijada de burro.
Mi bisabuela Mananina(Armandina) era de la sierra y ella contaba que su familia se dedicaba a armar, decorar y vender hermosos pesebres de madera y cerámica en la “Feria de Niños”, y mi tatarabuela Isabel, madre de Mamanina, leía las hojas de coca para saber los presagios de lo que iba a suceder durante el próximo año. Al parecer era una costumbre arraigada en la región donde vivían.
Hay muchas historias que podría contar, pero en general nuestra Navidad se caracteriza por la unión familiar y el amor que reina durante estas fiestas. Y es ese amor y unión familiar lo que la hace tan especial.
De corazón les deseo una muy Feliz Navidad y un venturoso Año Nuevo lleno de promesas y buenos deseos para cada uno de ustedes.
– El equipo de Boss Language Center